domingo, 27 de noviembre de 2016

la niebla

mi amigo y yo
caminando invisibles en la niebla
mi amigo invisible y yo
los ojos llenos de niebla
sólo nos es posible ver más allá
esta vez no podrán no creerlo
dos pares de huellas
hojarasca del bosque en el porche de sus casas
cuentos del bosque
árboles fantasmas
los aldeanos
no podrán no dudarlo
se les despertará la curiosidad
la próxima nos seguirán
hasta adentro de la niebla
obviedades que desoirán los aldeanos:
no estar en foco
no enfocar los ojos
el flúor de los chalecos de la policía 
reprime la visión
destinados a perderse
perecerán en campos de soja envenenados
campos antaño bosques
de árboles de carne y hueso
fin de civilización...

el búho


techos nevados bajo la luna
desde lo alto relieves de un pueblo fantasma
altura de árboles igual de blancos...
posado sobre el relieve de una rama
puedo oír como roncan los osos
¡ah! los búhos sin pegar un ojo...
los gordos deben ser los peluches de dios
yo sólo plumas y los ojos más locos
yo sólo esta cabeza que no para de girar...
oscuros titilando desde la nieve
ojos de roedores roen en mis ojos
noches de estrellas en negativo...
amanece y los habitantes del día
cada uno se desprende de la parte
que le tocó de la gran sábana...
... yo medio que desaparezco.

 el velo

nada de lo que encuentro aquí ya lo busco aquí
en la cocina
un vaso de agua antes de irme a dormir
hay uno con una flor
sin agua
una flor marchita
en tu cama
una almohada donde apoyar mi cabeza
la almohada de tu ausencia
mi desvelo es un velo
detrás en tus sueños 
vos y yo
nada de lo que encuentro aquí ya lo busco aquí
en la televisión 
un documental sobre la vida de los batracios
noches enteras sin dormir
no cambio de canal 
dejo sin audio 
desde el jardín 
pero como desde un jardín muy lejos de aquí
o al revés 
desde un jardín muy lejos de aquí
pero como desde el jardín
de aquí tus días
el croar de las ranas en mis oídos
salgo al cruce de la noche
a buscar en las estrellas...

yuki

¡oh! yuki
mi preciosa yuki
no creas que no te estoy viendo
trepar esta noche a lo más alto
del árbol más alto
vas por ese pájaro que se posa
de noche en la punta
¡oh! yuki
mi preciosa yuki
no quieras destronarlo
es sólo un pájaro que se cree
muy seguro allá arriba
no más que un rey
por debajo de la luna
¡oh! yuki
mi preciosa yuki
apenas un poco por encima
arañando el aire
caerás hacia la luna
¡oh! yuki... no temas el ridículo
te caracteriza la elegancia
siempre caes bien parada
¡oh! yuki
mi preciosa yuki
yo sólo juego a ser tu dueño
y vos sabés que es sólo un juego
vos siempre una reina
tu instinto de reina
nunca fue domesticado
¡oh! yuki
mi preciosa yuki
ronroneando a mis pies
vos siempre a mis pies en la luna
¡oh! yuki... desafía la gravedad
y cae una vez más a mis pies
yo siempre en la luna
vos siempre una reina…

fideos

exquisitos tus fideos salseados
ese toque de oliva
cilantro y ajo
la vajilla y los cubiertos
las copas y el vino
todo pensado
para esos buenos momentos
la música y el volumen adecuados
la luz adecuada
nada disonante
la conversación adecuada
nada en lo que disentir
nomás conversar
algo tan natural como lo es comer
nada sobreactuado
ni falto de ensayo...
...pero ¿sabés una cosa?
yo prefiero mis fideos con manteca
y abundante queso rallado
y unas veinte guitarras
distorsionadas como gatos maullando
y no de fondo
sino por encima de todo
pedazos de mampostería del techo
cayendo encima de la mesa
la más estridente yoko ono
en pleno harakiri
y todo eso
sin que se me mueva un pelo
sólo un ininterrumpido
movimiento de mandíbulas
los ojos fijos en un punto fijo
en un ángulo de la pared
allí donde una mosca es atrapada
en una telaraña
y la araña que le succiona
su pestilente jugo...








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